Palabras... visiones... secuestro...
Palabras envenenadas
Maite Carranza
Maite Carranza
Sinopsis oficial
¿Qué pasó con Bárbara Molina? Nunca se encontró su cuerpo ni se consiguieron pruebas para detener a ningún culpable. Una llamada a un móvil pone patas arriba el destino de muchas personas: el de un policía a punto de jubilarse, el de una madre que ha perdido la esperanza de encontrar a su hija desaparecida, el de una chica que traicionó a su mejor amiga.
Palabras envenenadas es una crónica de un día trepidante, vivido a contrarreloj y protagonizado por tres personas cercanas a Bárbara Molina, desaparecida misteriosa y violentamente cuando tenía quince años. Un enigma que, después de cuatro años sin resolverse, va a verse sacudido por nuevas claves. A veces, la verdad permanece oculta en la oscuridad y sólo se ilumina al abrir una ventana.
Una historia de mentiras, secretos, engaños y falsas apariencias que pone el dedo en la llaga sobre mitos incuestionables. Un relato escalofriante que disecciona la hipocresía de la sociedad española moderna. Una denuncia valiente de los abusos sexuales infantiles, sus devastadoras consecuencia y su invisibilidad en este mundo bienpensante nuestro.
Sinopsis de la autora
La historia narra en clave de thriller el caso de una joven desaparecida, Bárbara Molina, que ha permanecido durante cuatro años secuestrada en un zulo. Tres personajes cercanos a la protagonista, la madre, la amiga y el policía, intentan hacer encajar el rompecabezas, pero Bárbara, la voz en primera persona, es la única que posee la pieza que les falta.
En esta novela, Maite Carranza nos hace un retrato duro y bastante verídico de un caso de secuestro, que es narrado por cuatro voces distintas.
Por un lado, está la voz en primera persona de Bárbara Molina, la chica secuestrada. Lleva cuatro años encerrada en un zulo y sus pensamientos son contradictorios. Por un lado, quiere o admira a su secuestrador, pero por otro, quiere escapar, ver el sol, la playa... Se siente enjaulada y sabe que cualquier cosa que haga para poder salir de ese infierno será castigada duramente. Bárbara tiene miedo, mucho miedo. Y es ese miedo la que la hace cambiar de una perspectiva a otra durante la historia. Es curioso, porque, de repente está agradeciéndole a Él todo lo que ha hecho por ella y justo después está pensando en maneras para escaparse, o para evitar sus castigos. Aquí, podemos ver ese miedo y ese sentimiento contradictorio a través de la voz de Bárbara:
Por otro lado, están la madre de Bárbara, Nuria Solís, la (ex-)mejor amiga de Bárbara, Eva Carrasco, y el inspector que ha llevado el caso durante esos cuatro años y que está a punto de jubilarse, Salvador Lozano.Gritaba para desahogarme y a cada grito me sentía más y más liberada. Entendí cómo se sentía él cuando me pegaba con mala sangre y me insultaba. Me veía como a una rata. Como a la rata que yo había aplastado. Me asusté. Si él no sabía controlarse, un día acabaría por reventarme como había hecho yo con la rata.
[...]
Tengo miedo. Mucho miedo. Cuando vuelva, sabrá que he hablado con ... y me matará. No es delito matar a un muerto.
Estoy muerta desde hace cuatro años.
Nuria Solís es un personaje muy complejo, aunque al principio de la historia no lo parezca. Es una mujer acabada por la "muerte/desaparición" de su hija Bárbara. Ha dejado de vivir, de ser la mujer vivaz que era antes. Ahora se encuentra siempre a la sombra de su marido, sin tomar decisiones, sin cuidar de sus otros dos hijos, los gemelos. Toma pastillas y simplemente respira. En cierta manera, me recuerda a Gloria, uno de los personajes de Carmen Laforet en Nada. Como ella, Gloria también se esconde detrás de su marido, aunque con unos matices diferentes. Gracias a lo que Nuria dice de lo que piensa su hermana Elizabeth, podemos conocer cómo antes de la desaparición de Bárbara. Y podemos encontrar a una mujer vivaz, llena de proyectos y ambiciones que quedaron reducidas a polvo, a humo, tras el desastre.
Eva Carrasco era la mejor amiga de Bárbara, antes de que ésta le robara al novio y cambiara su carácter. Eva se alejó de Bárbara, dolida, pero aún así, para ella, Bárbara sigue siendo su amiga, la chica que conoció desde que eran pequeñas, y le ha perdonado todo. Es un personaje opuesto a Bárbara:
Tras su desaparición, Eva no lloró, porque no podía. No era como Bárbara, a ella le costaba. Y a Eva le dio rabia que otras chicas que no conocían de nada a su amiga, lloraran delante de las cámaras mientras que ella no podía, ni delante de las cámaras ni detrás. El papel de Eva será crucial en muchos puntos de la historia.Eran uña y carne. Aunque diferentes. A Bárbara le gustaba vestir llamativa, salir a la pizarra y provocar. Decían que formaban la pareja perfecta, la guapa y la fea, la lista y la intelectual, la extrovertida y la tímida, la sensual y la frígida. Porque Bárbara era muy sensual.
Salvador Lozano está a punto de jubilarse y tiene una espinita clavada: el caso sin resolver de Bárbara Molina. Para él, ya es algo personal y no quiere dejar a la familia sin saber qué le ocurrió a su hija. De modo, que aprovechará el tiempo que le queda de servicio para intentar aclarar ese puzzle que no ha sido capaz de encajar en todo ese tiempo. En esta decisión influye la aparición del joven que le va a sustituir en el cargo, Sureda, alguien a quien le va importar un pimiento Bárbara y su familia y que estará deseoso de tener casos nuevos, sangre nueva.
Lozano es un hombre entregado al trabajo, sin vida social fuera. Por eso, se pregunta qué hará cuando se jubile. Estorbará a su mujer, que está acostumbrada a no tener a nadie rondando por la casa mientras que ella hace las tareas domésticas y se aburrirá, le podrá la inactividad. El subinspector contará las horas, los minutos, que le quedan para jubilarse con desesperación, mientras trata de encajar todas las piezas del puzzle Molina.
El título de la novela me ha llamado mucho la atención y, según he ido leyendo, he estado al acecho de posibles pistas que me solucionaran por qué Maite lo ha elegido. Esto es lo que he encontrado...
Cuando Nuria Solís habla de su hermana, Elizabeth, hace referencia al título:
Y aquí hay otra. Eso sí, tendréis que averiguar quién lo dice cuando leáis el libro...Por eso no mide las palabras y de vez en cuando se va de la lengua y deja caer palabras envenenadas que corren por las venas, como un cáncer maligno, hasta llegar al corazón y matarlo. Como cuando le contó lo de Bárbara. Palabras afiladas como cuchillos que la hierieron tanto que estuvo dos meses llorando, negándose a hablar con ella, sin responderle al teléfono, sin explicárselo a nadie.
En conjunto, esta nueva novela de Maite Carranza es una obra dura, muy compleja. El prólogo te atrapa por completo. Aún así, cuesta entrar al principio, en los primeros capítulos. Sin embargo, llega un momento en el que no puedes parar y esa sensación aumenta en las dos últimas partes de la historia (la novela está estructurada en tres partes). Hay momentos en los que la trama resulta desagradable, pero es brillante. Refleja muy bien los sentimientos contradictorios.Dejo de respirar unos instantes, angustiada, al reconocer las palabras que he oído millones de veces. Palabras que anulan, que hieren, que nos han marcado a ella y a mí y nos han ido envenenando.
Por último, la puntuación de BF, el oso lector, ha sido:
Ficha técnica
Autora: Maite Carranza
№ páginas: 288
Formato: Rústica
ISBN: 978-84-236-9650-5
PVP: 9,95 €
Le he leído esta semana y me ha gustado, atrapa e intriga ^^
ResponderEliminar¡Un besote! =)
No conocía este génro en Maite Carranza, tiene muy buena pinta!! A ver si le puedo echar el guante...
ResponderEliminarSegún lo que has contado, me recuerda a Bel: amor más allá de la muerte, de Care Santos, una novela entretenida, aunque el título no le hace justicia. Supongo que últimamente los ponen así para llamar la atención.
Saludos! :)
¡Hola!
ResponderEliminarGracias por comentar, chicas ^^
Un saludo imaginativo...
Patt
¡Tiene muy buena pinta! Lo leeré seguro. Ademas creo que lo he visto en la biblioteca de mi ciudad...
ResponderEliminarBesos!