Literatura en los viajes II

Después de bastante tiempo, os traigo la segunda entrega de la sección Literatura en los viajes. Como ya anuncié en su momento, la literatura no está únicamente presente en librerías. Y para probarlo, en esta ocasión os presento algo muy curioso que me encontré en...

Gamla kyrkogården (Malmö)

Para empezar, os diré que Malmö es una ciudad de Suecia. En esta ciudad hay una zona con muchos parques y uno de ellos es este... que resulta que no es un parque tal cual como comúnmente lo entendemos. Si sabéis sueco, ya habréis averiguado de qué se trata. Si no, os diré que Gamla kyrkogården significa "viejo cementerio". 

Es un lugar bastante agradable, en contra de lo que podréis pensar. Además, hay tumbas muy curiosas como las que podéis ver encima de estas líneas. Particularmente me llamó mucho la atención la de la izquierda. Parece una metáfora, como si de la muerte surgiera la vida con el árbol y las plantas.

Pero no he preparado esta entrada para hablaros de tumbas ni de metáforas, sino para enseñaros esa "cosa literaria" con la que me topé mientras caminaba por el parquecito:

Pues sí, se trata de una casita-cueva hecha de libros. Curioso, ¿verdad? Se encuentra situada debajo de un árbol con una gran copa. Sin embargo, no creo que se libre de la lluvia... Aún así, estaba muy bien conservada. Aquí os dejo unas fotitos de algunos detalles y de cómo es por dentro:

Y por último, os pongo unas fotografías de unos carteles que había sobre la casita literaria.

¿Está claro no? XD Bueno, a ver qué tal en otro idioma:

En definitiva, que los autores de esta curiosidad, pedían a los viandantes que la cuidaran y no se subieran encima. Son libros, no ladrillos.

CURIOSIDADES

• ¿Cómo descubrí esta cuevecilla hecha de libros?

Gracias a mi viaje a Suecia el pasado verano. Malmö fue una de las ciudades que visité y, mirad vosotros por dónde, encontré en ella algo para reseñar en el blog. 

• ¿Cuántas veces he estado allí?

Una.

• ¿Volvería?

Suecia me pareció un país muy gris, en general. Salvo los pueblecitos marítimos que me parecían más coloridos, las ciudades no terminaron de convencerme del todo. Este pequeño monumento de libros fue una de las cositas que hicieron que el país no terminara por no gustarme. ¿volvería? Es una pregunta difícil. No sabría la respuesta. Pero si lo hiciera, sí que me gustaría volver a este parque y ver si sigue esta casita literaria en pie.

Y esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado esta segunda entrada de Literatura en los viajes...

¿Y vosotros? 

¿Conocíais este pequeño y original monumento a la literatura?