RESEÑA: Omnia de Laura Gallego García

SINOPSIS

Todo el mundo sabe que en Omnia, la gran tienda virtual, puedes comprar cualquier cosa. En su catálogo encontrarás todo lo que puedas imaginar, e incluso objetos que ni siquiera sabías que existían. Por eso, cuando Nico tira a la basura por accidente el peluche favorito de su hermana pequeña, no duda en buscar en su web uno igual para reemplazarlo. Pero un error informático inesperado lo conducirá hasta el mismo corazón de Omnia, un inmenso y extraordinario almacén en el que la búsqueda del peluche será solo el comienzo de una emocionante aventura.

FICHA TÉCNICA:

Título: Omnia. Todo lo que puedas soñar.
Autora: Laura Gallego
Ilustrador: Xavier Bonet
Editorial: Montena
Encuadernación: Tapa dura
Número de páginas: 288
ISBN: 978-84-9043-580-9
Precio: 13,95 € (Otros formatos: EPUB: 7,99 €)

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RESEÑA:

Todo lo que puedas soñar...

Cuando me enteré del nuevo libro que había publicado Laura Gallego, fue leer el primer capítulo y decirme: ¡este libro tengo que leerlo! Esta idea que está presente en Omnia de tener tanto cariño a un peluche y el dolor provocado por perderlo, no sé, me resultó conmovedora. Así que, ni corta ni perezosa, me hice con el libro y aquí os traigo mis impresiones...

Trébol era un conejo de peluche que tenía más de treinta años. Había pertenecido a la madre de Claudia y se había convertido en su compañero inseparable mientras crecía. Luego la había seguido en todas sus mudanzas, y siempre se le había reservado un lugar de honor en la cabecera de la cama.

Después nació Claudia, y tuvo sus propios muñecos y peluches. Pero un día sus primeros pasos la condujeron hasta la habitación de sus padres, donde descubrió a Trébol; alargó la manita hacia él para agarrarlo por una de sus largas y despeluchadas orejas... y ya no lo soltó.

El conflicto comienza cuando Nico, el hermano de Claudia, tira por error a la basura a Trébol, lo que provoca un gran disgusto en su hermana pequeña, que quiere recuperarlo a toda costa. Después de los infructuosos intentos de Nico y sus padres por recuperar el querido peluche, a Nico se le ocurre comprar uno que sea igual en Omnia, una página web donde, según su lema, podrás encontrar cualquier cosa que estés buscando: "Todo lo que puedas soñar".

Su padre accedió al buscador y escribió «conejo de peluche». Inmediatamente, la pantalla se llenó de fotos de adorables conejitos. Los había de todas clases: grandes, pequeños, de felpa, de trapo, con las orejas caídas, sonrientes, tristones, con lazos, con ropita, azules, rosas, blancos..., pero ninguno de ellos se parecía a Trébol.

Nico sigue buscando por la web y, buscando, buscando ¡lo encuentra! Un conejito igual que Trébol. Pero cuando quiere comprarlo, se le abre una página de error: «¡Vaya! Lo sentimos mucho, soñador, pero parece que esta no es la página que buscas».

Angustiado, Nico se niega a rendirse y descubre que en su ciudad hay una Oficina de Atención al Cliente de Omnia. Decide acudir allí en busca de ayuda y, dado que allí se encuentra con más desatención que atención, una idea loca cruza su cabeza: ir a la mismísima sede de Omnia a buscar ese conejito idéntico a Trébol que vio en la web.

No lo pensó más. Aprovechando que Greta y el mensajero no miraban, agarró su mochila, avanzó de puntillas junto a la cinta transportadora, agachándose para quedar oculto por la mole de la caja, y tiró de la solapa de cartón para abrirla un poco más. [...] Logró deslizarse en el interior de la caja y cerrar la tapa de cristal justo cuando atravesaba la compuerta... directo al corazón de Omnia.
[...]
Al cabo de un rato, la caja empezó a dar tumbos, arriba y abajo, y Nico saltaba en su interior como si viajase en una montaña rusa sin cinturón de seguridad. De pronto, el tubo descendió de golpe, y los artículos que transportaba se precipitaron al vacío.

En Omnia, Laura Gallego nos presenta una web que nos recuerda a Amazon porque parece tener todo lo que buscas (de hecho, precisamente fue esta web la que inspiró a la autora para crear esta historia). Pero ella no se queda en la web, sino que nos presenta cómo es la sede que se encarga de los pedidos por dentro. Y nos describe un lugar hermético, que se encuentra en un lugar remoto, en medio del mar, al que no se puede acceder desde el exterior y del que no se puede salir (Nico accede por los tubos por los que viajan los paquetes, por los que está TERMINANTEMENTE prohibido que viaje un humano).

Muchos de los trabajadores humanos de Omnia han nacido allí. ¿Y por qué digo humanos? Porque en Omnia no solo hay humanos: hay robots, que se encargan de recorrer el almacén inmenso que hay en la sede (también prohibido a los humanos) en busca de los pedidos, y seres de otros planetas.

Por cada una de la secciones circulaba una ancha cinta transportadora que arrastraba una gran variedad de objetos hasta un grupo de media docena de empleados que embalaban los pedidos. Todos en la sala trabajaban en silencio, sin prisa pero sin pausa, como una maquinaria perfectamente engrasada. Los había de todas las etnias, y Nico tragó saliva al detectar entre ellos algunas criaturas no humanas. Eran muy pocas, pero destacaban entre las demás como chispas en la oscuridad.

Nico, un muchacho de once años, llega allí con un objetivo claro: conseguir el conejito de peluche que es idéntico a Trébol. Sin embargo, para conseguirlo, se verá envuelto en un sin fin de peripecias, como convertirse en aprendiz de Omnia para que no lo lancen a los tiburones o tener que sobrevivir durante meses en el almacén, escapando de la todopoderosa Nia. En su aventura, Nico hará nuevos amigos, como Belay, Micaela y Fubu. Pero también se creará enemigos que tratarán de impedir que consiga su objetivo.

En Omnia, nos encontramos de nuevo con el estilo propio de Laura Gallego y, además, con unas ilustraciones preciosas de mano de Xavier Bonet que nos acompañan a lo largo de toda la novela y en las que, a modo de cuento infantil, nos podemos ir deteniendo para observarlas. Y por supuesto, qué decir de la portada: me encanta.

El ritmo de la historia es pausado, pero no se hace nada pesado. De hecho, yo este libro me lo leí en día y medio. Por ese motivo (y por algunas reseñas que he leído parece que no soy la única que lo piensa), el final me ha resultado algo precipitado, abarcando poco más de las cuatro páginas y media que conforman el epílogo. Me hubiera gustado saber un poco más de lo que les depara a ciertos personajes que se vuelven importantes en la novela y de alguna reacción que no os especifico para no destriparos la novela.

En conjunto, Omnia ha sido una buena lectura que me ha reconciliado con Laura Gallego, una autora a la que tengo mucho cariño, después de la pequeña decepción que supuso para mí Donde los árboles cantan. Eso sí, hay que tener en cuenta que si esta novela se ha clasificado como infantil es por algo: los personajes se asemejan más a los de un cuento y eso se nota en las descripciones y el tono de la novela se parece más a Sara y las goleadoras que a Memorias de Idhún, para que os hagáis una idea, aunque las tramas no tengan nada que ver. Para mí ha sido una bonita vuelta a la infancia y al amor por los peluches.

CURIOSIDAD:

En esta novela, Laura Gallego se aleja de sus habituales 14 capítulos. En Omnia nos encontraremos con 30 capítulos y un epílogo.

VALORACIÓN:

   

¿Y vosotros?

¿Habéis leído esta novela? ¿Qué os ha parecido?

¿Os gustaría que existiera Omnia de verdad o con Amazon ya os vale?