RESEÑA: "El silencio es un pez de colores", Annabel Pitcher

*Con la colaboración de Siruela*

SINOPSIS

¿Es posible seguir adelante cuando 617 palabras escritas en un blog desmontan tu vida por completo? ¿Cómo pides ayuda si sientes que tu voz ya no te pertenece?

Tess siempre se ha sentido fuera de lugar, y la noche en que lee por casualidad lo que su padre ha escrito en una inesperada página web, comprende definitivamente que nunca conseguirá encajar en ninguna parte. Su silencio y un pez de colores serán sus mejores aliados en la nueva vida que tendrá que empezar a construirse; por no hablar perderá a su mejor amiga, encontrará a una nueva alma gemela y aprenderá una lección fundamental: el silencio es muy poderoso, pero las palabras lo son aún más.

FICHA TÉCNICA:

Título: El silencio es un pez de colores
Título original: Silence is Goldfish
Autora: Annabel Pitcher
Traductora: Carmen Villar García
Editorial: Siruela
Encuadernación: Rústica con solapas
Número de páginas: 312
ISBN: 978-84-16854-08-0
Precio: 19,95 € (Otros formatos: EPUB - 9,99 €)

! Para más información, pincha aquí.

RESEÑA:

El silencio como protesta

Tras leer Nubes de Kétchup, volví a quedarme con la misma sensación que tuve después de leer Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea: quería leer más de esta autora. En marzo de 2015, Annabel Pitcher publicó una nueva novela llamada Silence is Goldfish, pero no fue hasta octubre de 2016 cuando Siruela la trajo a España. Si bien yo te di la oportunidad de leerla casi, casi antes que nadie gracias al Concurso 8º Aniversario, yo he tenido que esperar unos cuantos meses para poder ponerme con ella. Pero por fin lo he hecho y aquí os traigo mis impresiones:

El silencio es un pez de colores es la nueva novela de Annabel Pitcher. De nuevo, la autora nos trae como protagonista a una persona de corta edad, en este caso, a una adolescente de 15 años llamada Tess. No tiene cuerpo de modelo y siente que no encaja en ningún lado. Su única amiga, Isabel, también es un poco rarita (aunque como verás más adelante, en el buen sentido de la palabra), pero se entienden a la perfección.

El conflicto de Tess comienza cuando lee en el ordenador de su padre, Jack, 617 palabras que desmontan su vida por completo. Tess no entiende por qué sus padres la han engañado de esa manera durante todo este tiempo y, casi sin proponérselo, empieza a no decir palabra de la noche a la mañana.

Pues bien, eso se acabó. Sobre todo después de haber leído lo que leí en su ordenador. Paso del juramento [...]. Un leopardo no puede cambiar su estampado, un perro no puede cambiar su carácter y un planeta no puede cambiar su posición en el universo. Soy Plutón, y por eso cojo el recibo de la gasolinera sin decirle ni mu a ese hombre que tampoco me ha dicho ni una palabra a mí, lo que, sinceramente, me cuesta un triunfo hacer ya que durante los últimos cuatro años siempre he sido yo la encargada de poner fin a los silencios incómodos.

Cogí esta novela con un poco de miedo y mucha prudencia debido a las reseñas poco halagüeñas que había leído. Sin embargo, tenía fe en la pluma de Pitcher y me puse manos a la obra. Y una vez más, su manera de escribir, su estilo, no me ha decepcionado en absoluto. Su prosa me ha atrapado hasta la última línea. En especial, más allá de la trama en sí, lo que realmente me cautiva de esta autora son los temas que trata.

En el caso de El silencio es un pez de colores se trata de algo tan profundo como la propia identidad: cómo nuestra identidad es fundamental para definirnos como personas y cómo nos sentimos muy confusos cuando la perdemos (o creemos que la perdemos).

También hay otro tema que planea sobre toda la novela, pero que nunca se nombra: el bulling. Y respecto a este tema tengo que confesar sentimientos encontrados. Por un lado, resulta sumamente realista el trato que Pitcher da a este tema, tratándolo como una sombra que está ahí, pero a la que nadie le da voz (ni siquiera la víctima). Por otro lado, he echado de menos algún tipo de acción respecto a este problema por parte de alguno de los personajes. Es una trama que no se cierra.

Y por último estaría el tema del valor de la palabra (o de su ausencia). Tess, la protagonista de El silencio es un pez de colores, decide en un momento dado dejar de hablar y podrás ver a partir de ese momento cómo todas las personas a su alrededor empiezan a no saber qué hacer porque ella decide salirse del canon, ir a contracorriente, como bien refleja la portada de la edición española del libro. En esta novela el silencio se manifiesta como una manera más de expresarse.

–Puede que no seas un león, Tess. No pasa nada, yo tampoco lo soy. Pero todavía somos gatos, ¿verdad? Solo porque no seamos capaces de rugir, no quiere decir que tengamos que escondernos.

Esta cita es una frase que le dice la abuela de Tess a nuestra protagonista en un momento dado y que ejemplifica a la perfección esta idea de manifestarse de una manera diferente. Precisamente el personaje de la abuela, aunque aparece poco en la novela, es uno de los que más me han gustado. A pesar de su senectud y de no poder valerse por sí misma tan bien como antes, es un gran referente para Tess y es el único miembro de la familia del que nunca reniega.

En esta novela de Annabel Pitcher, los padres de Tess sinceramente me han resultado decepcionantes. Son de ese tipo de padres que no se enteran de lo que les ocurre a sus hijos porque no les prestan atención... hasta que algo falla. Y entonces ya es un poco tarde porque les falta la información, los códigos para decodificar el comportamiento de sus hijos.

El señor Pez de Colores es una linterna que, en manos de Tess, cobra vida a modo de Pepito Grillo. Durante el silencio de la adolescente, se convierte en su único confidente y en la voz de su conciencia. Si bien al principio de la novela resulta algo extraño que la protagonista empiece a hablar con una linterna, el mundo ficcional creado por la autora al final termina presentándote este hecho como algo creíble y aceptable *SPOILER* Hasta el punto de sufrir cuando llega el momento de la separación *FIN DE SPOILER*. 

Y hablando de personajes, no podría olvidarme de Henry, un personaje que aparece muy poco en El silencio es un pez de colores, pero que realmente aporta un valor muy importante a la historia. Es el hijo del profesor de matemáticas de Tess y tiene una manera de pensar muy interesante y bastante diferente a la de los de su entorno:

–[...] si todos somos raros, es que nadie es raro. De hecho, si te paras a pensarlo, en un mundo imperfecto, lo único que sería realmente extraño sería la perfección.

En algunas reseñas de El silencio es un pez de colores he leído que el comportamiento infantil de Tess al leer esas 617 palabras resulta bastante irritante porque la protagonista ya tiene 15 años. Aún así, dentro del mundo que ha creado la autora, el comportamiento de Tess sí me ha resultado creíble. Una noticia como la que recibe Tess, a esa edad, puede llegar a confundirte mucho y no todos nos comportamos igual. Mi problema a este respecto realmente han sido sido todas las vueltas que se le dan al tema de las 617 palabras. Es cierto que causan un impacto en la protagonista, pero como sustento de toda la novela me ha resultado algo pobre. Para solucionarlo, Pitcher ha añadido toda una subtrama relacionada con el profesor de matemáticas y la tutora de Tess que no me ha terminado de convencer demasiado, pero que sí que ayuda a llegar a un clímax para finalizar la historia. Precisamente todo el tema del bulling que apenas se llega a perfilar podía haber ayudado a crear una historia mucho más profunda.

Y para terminar, no quería olvidarme de mencionar algo muy relacionado con la lectura. Se trata de un pequeño off-topic dentro de esta reseña sobre algo que mencionan en esta novela en relación a la pasión de Isabel (la mejor amiga de Tess) y sobre lo que me gustaría preguntarte: ¿no te encantaría que esta iniciativa tuviera lugar en las escuelas de tu ciudad?

A nadie de nuestro curso, aparte de a Isabel, le importa llegar o no a tiempo a clase, pero ella lleva presentándose puntualmente cuando pasan lista todas las mañanas desde septiembre, porque la recompensa de tener los sellos de puntualidad de todo un trimestre es un vale de cincuenta libras para gastar en libros.

En conclusión, El silencio es un pez de colores de Annabel Pitcher es una de esas novelas que te van llenando según vas avanzando y que, aunque mientras vas leyendo, no te termine de parecer una lectura brillante, te dejan con un buen regusto al final. Como un buen vino. De nuevo, la autora trata temas bastante peliagudos (aunque algunos los deja pasar un poco de largo) y aporta buenas reflexiones. No es la mejor novela de Pitcher, pero sin duda recomiendo su lectura. Es ágil, te hará plantearte ciertas cosas y te presentará de nuevo a unos personajes muy particulares. Y, sobre todo, es un bonito reencuentro con la pluma de la autora. Eso sí, si es tu primera vez leyendo a Annabel Pitcher, te recomiendo mejor empezar por Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea o Nubes de Kétchup.

VALORACIÓN:

  

¿Y tú?

¿Has leído esta novela? ¿Qué te ha parecido?

¿Coincides conmigo en que esta novela es de esas que te dejan un buen regusto final?